Psicología de las emociones la Alegría

La Alegría
La alegría es una emoción que todo el mundo conoce y que ha experimentado alguna vez en la vida. Se podría decir que es una emoción agradable porque se trata de un sentimiento de placer que es producido por un acontecimiento positivo.
A pesar de que todo el mundo conoce esta emoción, son pocos los que conocen cuáles son sus verdaderos beneficios, sus diferentes tipos o cómo se puede entrenar. Por ello, te lo explicaremos a continuación.
¿Qué tipos de alegría existen?
Alegría verdadera. Es aquella que se genera de forma natural y espontánea en la persona después de un acontecimiento placentero.
Alegría hilarante. Se trata del tipo de alegría que se experimenta, por ejemplo, cuando nos cuentan un chiste, es decir, es la respuesta a situaciones espontáneas que nos resultan graciosas.
Alegría simulada. Es la que se muestra de manera intencionada sin que exista nada que la genere. Dentro de este tipo de alegría se encontraría la cínica, que es aquella que se genera para evitar dar otro tipo de respuesta. Por ejemplo, cuando alguien nos pregunta algo que no queremos responder, nos reímos para evitar tener que dar otro tipo de respuesta.
Alegría maligna. Cuando nos reímos de la desgracia ajena. Las personas que la experimentan se sienten alegres porque a otras personas no les va bien en la vida o porque han cometido algún error. Por ejemplo, un niño en clase dice mal la lección y sus compañeros se sienten alegres por ello.
Alegría patológica. La alegría, como el resto de emociones, en grandes cantidades también puede ser peligrosa. Una persona que se está siempre riendo o que siempre está feliz puede perder el control de la situación y dejar de ser objetiva.
¿Qué beneficios tiene?
Disminuye el estrés. Estar alegres nos ayudará a no estresarnos tanto. Está comprobado que reírnos hace que se segreguen hormonas encargadas de reducir el estrés (por ejemplo, adrenalina o endorfinas).
Mayor autoestima. Estar felices nos ayudará a tener mejor opinión sobre nosotros mismos y a tener la fuerza necesaria para afrontar los problemas.
Mayor fortaleza. Las personas alegres muestran mayor fortaleza y ganas a la hora de tener que hacerles frente a los problemas, se sienten llenos de energía.
Mejor rendimiento. Si estamos alegres rendiremos mejor tanto a nivel académico como laboral. Existen muchos programas de motivación que tienen como objetivo alegrar a los trabajadores porque está comprobado que los trabajadores alegres y felices son más productivos.
Mejora el sistema inmune. Se dice que la alegría y, en general, las emociones positivas, mejoran la barrera inmunológica.
Mejor sueño. Como hemos visto anteriormente, las emociones negativas hacen que tengamos peor sueño. En el caso de la alegría, nuestro sueño puede mejorar y hacer que tardemos menos tiempo en dormirnos o que tengamos más calidad y cantidad de sueño.
Fuente: https://www.psicoglobal.com/blog/psicologia-emociones-alegria